Como parte de
los cambios acelerados que se han presentado en la actualidad a nivel global,
encontramos que el aumento de la contaminación y el uso desmedido
de los recursos naturales son fenómenos que han ocasionado graves daños a
nuestro planeta; por lo cual, es urgente que
se tomen las medidas necesarias que ayuden a contrarrestar
dicho deterioro.
El diseño bioclimático
ofrece una alternativa que ayuda a minimizar el impacto al ambiente ocasionado por el consumo irracional de energía en nuestros hogares y empresas. Y considera
a un edificio o vivienda como un todo, en el cual se debe analizar el sitio, la
forma, los materiales y la estructura, de tal manera, que el resultado
de este análisis se transforme en un ahorro considerable en el consumo de energía, obteniendo con ello, elevados niveles
de confort; involucra estrategias de diseño para el manejo de la luz natural,
la temperatura, el aire, el sonido, la
humedad, el agua y los desechos.
Arquitectura bioclimática
Es
aquella que garantice el máximo nivel de
bienestar y desarrollo de los usuarios, y además máxima la integración de las
edificaciones en su entorno natural. De acuerdo con
Tudela (1987), “Se refiere a un proceso de diseño que se desarrolle con
la naturaleza y no contra o al margen de ella”.
Los cinco
principios en los que debe fundamentarse la Arquitectura bioclimática son:
1. Optimización de los recursos y
materiales.
2. Disminución del consumo
energético y uso de energías renovables.
3. Disminución de residuos y
emisiones.
4. Disminución del mantenimiento,
explotación y uso de los edificios.
5. Aumento de la calidad de vida de
los ocupantes de los edificios.
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