Diseño Bioclimatico
Ubicación y clima
La ubicación
determina las condiciones climáticas con las que la vivienda tiene que
"relacionarse". Podemos hablar de condiciones macro climáticas y
micro climáticas.
Las condiciones macro
climáticas son consecuencia de la pertenencia a una latitud-altitud y a una
región determinada. Los datos más importantes que las definen son:
- v Las temperaturas medias, máximas y mínimas
- v La pluviometría
- v La radiación solar incidente
- v La dirección del viento dominante y su velocidad media
Las condiciones micro
climáticas son consecuencia de la existencia de accidentes geográficos locales
que pueden modificar las anteriores condiciones de forma significativa. Podemos
tener en cuenta:
- v La pendiente del terreno, por cuanto determina una orientación predominante de la vivienda
- v La existencia cercana de elevaciones, por cuanto pueden influir como barrera frente al viento o frente a la radiación solar
- v La existencia de masas de agua cercanas, que reducen las variaciones bruscas de temperatura e incrementan la humedad ambiente
- v La existencia de masas boscosas cercanas
- v La existencia de edificios
La elección de la
ubicación de la vivienda, si ello es posible, es una decisión muy importante en
el proceso de diseño bioclimático, si acaso tan importante como el diseño de la
vivienda en sí misma. Además de seleccionar la ubicación más adecuada, debemos
tener en cuenta que siempre es posible actuar sobre el entorno (añadiendo-quitando
vegetación o agua, por ejemplo), para modificar las condiciones micro climáticas.
Es lo que llamamos corrección del entorno.
Forma y orientación
La forma de la casa influye sobre:
La superficie de contacto entre la
vivienda y el exterior, lo cual influye en las pérdidas o ganancias
caloríficas. Normalmente se desea un buen aislamiento, para lo cual, además de
utilizar los materiales adecuados, la superficie de contacto tiene que ser lo
más pequeña posible. Para un determinado volumen interior, una forma compacta
(como el cubo), sin entrantes ni salientes, es la que determina la superficie
de contacto más pequeña. La existencia de patios, alas, etc. incrementan esta
superficie.
- v La resistencia frente al viento. La altura, por ejemplo, es determinante: una casa alta siempre ofrece mayor resistencia que una casa baja. Esto es bueno en verano, puesto que incrementa la ventilación, pero malo en invierno, puesto que incrementa las infiltraciones. La forma del tejado y la existencia de salientes diversos, por ejemplo, también influye en conseguir una casa más o menos "aerodinámica". Teniendo en cuenta las direcciones de los vientos predominantes, tanto en invierno como en verano es posible llegar a una situación de compromiso que disminuya las infiltraciones en invierno e incremente la ventilación en verano.
La orientación de la casa influye
sobre:
- v La captación solar. Normalmente interesa captar cuanta más energía mejor porque es nuestra fuente de climatización en invierno (en verano utilizaremos sombre amientos y otras técnicas para evitar la radiación). En las latitudes en que nos encontramos, conviene orientar siempre nuestra superficie de captación (acristalamientos) hacia el Sur. La forma ideal es una casa compacta y alargada, es decir, de planta rectangular, cuyo lado mayor va de este a oeste, y en el cual se encontrarán la mayor parte de los dispositivos de captación (fachada sur), y cuyo lado menor va de norte a sur. Hay que reducir la existencia de ventanas en las fachadas norte, este y oeste, puesto que no son muy útiles para la captación solar en invierno (aunque pueden serlo para ventilación e iluminación) y, sin embargo, se producen muchas pérdidas de calor a su través.
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